Cómo asear a tu bebé con una esponja
Mantener limpia la piel de tu pequeñín es esencial para su salud y la hora de su aseo con una esponja es también un momento maravilloso para estimular sus sentidos, ayudándole en su desarrollo desde el primer momento.
La mayoría de los pediatras y las comadronas recomiendan bañar a los recién nacidos 2 o 3 veces a la semana y aumentar la frecuencia a medida que el bebé vaya creciendo. Empieza lavando al bebé con una esponja, sin sumergirlo en la bañera, hasta que el muñón umbilical se seque y se caiga y la herida que quede cicatrice.
Mientras aseas a tu bebé con la esponja, tu tacto suave al sujetarle e ir lavándole puede favorecer su desarrollo psicológico, cognitivo, emocional y social, por no hablar de los beneficios que los aromas de los delicados jabones de Johnson’s® (como Baño Johnson’s® baby Cuidado Completo) pueden tener en tu pequeño, mejorando su estado de ánimo y su nivel de atención, al tiempo que le relajan.
Asegúrate de que tienes a mano todo lo que necesitas antes de asear a tu bebé con una esponja.
Bañerita de bebé o palangana llena de agua a una temperatura adecuada.
Una toalla grande y suave con capucha.
Una manopla suave.
Gasas.
Un jabón líquido suave especialmente formulado para bebés, como el Baño Johnson’s® baby Cuidado Completo.
Para después del baño...
Loción hidratante, como la Loción Johnson’s® baby o aceite para bebé como el Aceite Johnson’s® baby.
Ropa limpia.
Pañal.
Mantita.
Cepillo suave o peine.
Pomada protectora para la zona del pañal, como la Pomada protectora o regeneradora.
Cómo asear a tu bebé con una esponja
Tomate unos minutos para hablar con tu bebé; os servirá para llegar relajados a la hora del baño. Empieza a desvestirlo, dejándole el pañal puesto, y envuélvelo en una toalla.
Sujetando la cabeza de tu bebé, límpiale suavemente la zona de alrededor de los ojos con una gasa humedecida en agua templada. Las gasas son buenas porque no dejan pelusilla. Utiliza una gasa nueva sin usar para cada ojo y limpia siempre desde el borde interior del ojo hacia afuera. Si no hay costras (moco seco), no es necesario lavar la zona de los ojos. No le laves el ojo por dentro.
Con una toallita suave, limpia la zona alrededor de su boquita, su naricita y toda su cara, yendo desde el centro hacia fuera. Usa solo agua corriente. Presta especial atención a la parte detrás de las orejitas y a los pliegues de la barbilla y el cuello. Recuerda: No introduzcas nunca nada en el conducto auditivo o en la nariz. Sécale sin frotar.
Envuelve a tu bebé en una toalla y coloca tu brazo bajo su espalda y tu mano en la base del cuello, sosteniéndole la cabeza. Con la mano que te queda libre moja el pelo del bebé con la manopla y aplícale una pequeña cantidad de un jabón suave, como el Baño Johnson’s® baby Cuidado Completo, que está formulado especialmente para que no le irrite los ojos. Hazle un suave masaje por toda su cabecita y aclara bien con agua hasta eliminar todos los restos del producto. Deja al bebé completamente tumbado sobre la toalla, sécale la cabecita con suavidad y ponle la capucha de la tolla para que se mantenga calentito.
Ahora toca la higiene del cuerpo de tu bebé usando un limpiador de confianza, suave y sin jabón. Baño Johnson’s® baby Cuidado Completo es suficientemente suave para la piel y el cabello de tu pequeñín. De hecho, es el producto que se utiliza en más hospitales para el aseo de los recién nacidos. Déjale cubierta la cabecita con la toalla, pero destápale el resto de su cuerpecito y quítale el pañal. Date agua y jabón en la mano o en la manopla y empieza a lavar el cuerpo de tu bebé, desde el cuello hasta la cintura sin olvidar los brazos y las manitas. Aclararle bien y sécalo con una ligera presión. Tapa la parte superior del cuerpo con la toalla para mantenerle calentito y pasa a lavarle la parte inferior: piernas, pies y deditos. No olvides aclarar y secar muy bien los pliegues porque el exceso de humedad puede provocarle irritaciones cutáneas. Por último, lava la zona del pañal con agua limpia templada. En las niñas, limpia siempre suavemente de delante hacia atrás. En los niños, limpia también de delante hacia atrás.En los niños no circuncidados, lava suavemente el pene y la zona genital, sin tirar hacia atrás del prepucio.
Antes de limpiar el cordón umbilical de tu bebé, puedes ponerle la camisetita y el pañal para mantenerle calentito. Recuerda no cubrir el cordón con el pañal porque la zona del cordón debe mantener siempre limpia y seca. Limpia la zona alrededor de la base del cordón con una gasa. No tengas miedo de limpiar el cordón: cuanto antes se seque la base, más pronto se caerá el muñón umbilical.
Hidratar al bebé es una parte esencial del cuidado de su piel. Usa productos suaves como la Loción Johnson’s® baby o el Aceite Johnson’s® baby para proteger la piel de tu bebé y mantener su aspecto saludable.
Asegúrate de que tu bebé está bien seco antes de vestirlo. Vístele y envuélvele en una mantita para mantenerle calentito. Abraza a tu bebé y disfruta de vuestro momento juntos.
Datos científicos interesantes sobre los bebés
La cabecita de tu bebé tiene un punto blando (llamado fontanela) donde el cráneo no se ha cerrado aún totalmente. La existencia de este punto blando es lo que permitió que el cráneo de tu bebé pudiera adaptarse para su paso por el canal del parto. No pasa nada por tocar y lavar con suavidad esta zona.