Cómo dar un masaje a tu bebé
Ya sabes cómo el poder del tacto y de los masajes puede fortalecer tus lazos emocionales y contribuir a un desarrollo saludable de tu pequeño. Ahora bien, puede que te estés preguntando cómo empiezas.
A continuación te damos algunos consejos y te enseñamos algunas técnicas con las que podrás prepararte para dar un masaje delicado y sin riesgos a tu bebé, asegurándote de que ese momento signifique muchísimo más.
ATENCIÓN: No des un masaje a tu bebé si está malito o le acaban de vacunar: aún puede tener dolorida la zona de la inyección.
Elije una hora del día en la que tu bebé esté relajado, sin hambre ni enfadado.
Asegúrate de que la habitación tenga un ambiente cálido y luminoso, pero sin demasiada luz. Puedes poner una música suave de fondo.
Ten a mano las cosas que necesitarás: aceite, toalla, pañales limpios y ropa.
Lávate las manos y quítate los anillos, las pulseras y el reloj.
Encuentra un lugar seguro y cómodo donde hacer el masaje. Asegúrate de colocar al bebé de forma que te vea bien la cara.
Antes de comenzar, tómate algún tiempo para relajarte y respira hondo un par de veces. Así tu bebé podrá relajarse también.
Recuerda que cada bebé es un mundo y que a esta edad cambian constantemente. Por ejemplo, los bebés más pequeños pueden sentirse más seguros si se les deja con la mayor parte de la ropa puestos y si se sienten cerca del cuerpo de sus padres.
Usa un aceite cuando des un masaje a tu bebé
Cuando des un masaje a tu bebé, utiliza una pequeña cantidad de un aceite formulado especialmente para bebés, como el Aceite Johnson’s® baby. Usa una cantidad suficiente para que tus manos se deslicen suavemente por la piel del bebé.
Masajear a tu bebé con aceite reduce la fricción y favorece que el masaje sea más suave y rítmico. En un estudio en el que se comparó a bebés de 1 mes a los que se daban masajes con y sin aceite, se demostró que los que recibían masajes con aceite estaban menos inquietos, hacían menos muecas y mostraban menos tensión (apretaban menos los puños y se los llevaban menos a la boquita).
Eso sí, debes elegir bien el aceite que vas a usar en la piel de tu bebé. Los aceites naturales que no están formulados específicamente para la piel de tu bebé, como el aceite de oliva para guisar que compras en la tienda, pueden dañar la barrera cutánea y resecar su piel. Los aceites minerales puros de calidad farmacéutica, como el usado en todos los aceites Johnson’s® baby, mantienen la función protectora de la barrera cutánea y ayudan a prevenir la pérdida de agua, aliviando los síntomas de la piel seca sin taponar los poros.
No debes aplicar aceite sobre piel irritada o enrojecida. Si aparece un sarpullido, no lo uses.
ADVERTENCIA: Mantén todos los productos fuera del alcance de los niños. Mantén los aceites para bebé fuera del alcance de los niños para que no se lo beban o lo inhalen accidentalmente. Podrían sufrir lesiones graves. Si se producen problemas respiratorios, consulta a un médico inmediatamente.
El poder del olfato y de los masajes
La hora del masaje no es solo el momento en el que tu bebé recibe todos los beneficios de tu tacto; también es la oportunidad perfecta para estimular su sentido del olfato.
El sentido del olfato de tu bebé comienza a desarrollarse a las 28 semanas de gestación, es decir, antes de que abandone la seguridad de tu interior. De todos los sentidos, el del olfato es el más ligado a la memoria, así que es el que desencadena recuerdos más vivos y con mayor impacto emocional. Además, se ha demostrado que los aromas deliciosos y familiares mejoran el estado de ánimo de los bebés y su nivel de atención.
Usar siempre el mismo aceite para bebés, con la misma fragancia, durante los masajes, como el Aceite Johnson’s® baby, puede evocar en tu hijo, en etapas posteriores de su vida, las cálidas sensaciones de los momentos que pasó contigo; pero ahora también puede hacer que tu bebé reconozca, en cuanto empieces a extender un poquito del aceite, que ha llegado la hora del masaje y que puede relajarse ya e interactuar contigo.
Datos científicos interesantes sobre los bebés
El contacto piel con piel, también conocido como el «método canguro», es una práctica muy efectiva que aporta beneficios especiales a los prematuros y a los bebés de bajo peso al nacer.
En estos pequeños, las investigaciones han demostrado que el contacto piel con piel puede favorecer las relaciones afectivas con la madre y el padre, potenciar sus habilidades mentales, aumentar la probabilidad de que acepten la lactancia materna y reducir el número de días en el hospital.
Gracias a los masajes, puedes conocer cómo se comunica tu bebé. Averiguarás qué le gusta, qué le disgusta y cuáles son sus deseos y emociones. Aprenderás cuál es el mejor momento para abrazarlo, para jugar y para relajarlo. Todo ello al tiempo que crece tu relación a medida que tanto tú como tu bebé vais descubriendo lo que es mejor para ambos.